¿Qué nos dice la lista INCI de un producto?
Seguramente te estarás preguntando: ¿qué es exactamente la lista INCI? O tal vez sabes exactamente qué es, pero no sabes cómo funciona.
En resumen, la lista INCI (Nomenclatura Internacional de Ingredientes Cosméticos) es un requisito legal para que todos los fabricantes de cosméticos muestren claramente los ingredientes/sustancias que se han utilizado en los productos que venden, en orden descendente: la sustancia en mayor concentración es la primera, mientras que la sustancia que se encuentra en la concentración más baja es la última.
Nos propusimos “descifrar” los aspectos más importantes de esta lista para ayudarte a comprenderla mejor.
1. La lista INCI no es la fórmula del producto.
La jalea real tiene una descripción INCI que consta de 5 sustancias: agua, glicerina, extracto de jalea real, ácido cítrico, benzoato de sodio, sorbato de potasio.
2. Concentración
Aquí debemos saber que, aunque las sustancias se enumeran según su concentración en el producto, no podemos determinar la concentración exacta. Lo que sí podemos saber es que el primer ingrediente de una fórmula a base de agua, Aqua, se encuentra en una concentración de 65-70%, y las siguientes 3 a 5 sustancias representan la otra mayoría. A menudo, los últimos 7 a 10 ingredientes enumerados se encuentran en concentraciones inferiores al 1% y, por debajo de este porcentaje, el orden de los nombres puede ser aleatorio.
Además, lo que es importante recordar aquí es que algunos ingredientes son efectivos en altas concentraciones, otros en bajas concentraciones (los ingredientes activos muy fuertes siempre se encontrarán en bajas concentraciones), algunos incluso se vuelven peligrosos si se usan en altas concentraciones. Por tanto, al analizar la lista de sustancias, no debemos juzgar el encuentro con una sustancia que suele ser peligrosa en grandes cantidades como una certeza de que el producto no es bueno. La mayoría de las veces, la concentración utilizada es la que aporta mayores beneficios al producto final y al consumidor. Además, si añadimos determinados ingredientes a una fórmula, no significa que después de todo el proceso de producción, que se traduce en diversas fases de transformación química, el producto final seguirá conteniendo ese ingrediente.
Por supuesto, también venimos con un ejemplo útil: el hidróxido de sodio es un ingrediente que no se puede aplicar directamente sobre la piel, porque es tóxico. Pero para la fabricación de jabón es esencial. Si se procesa, todas esas cosas dañinas que puede causar a la piel ya no existen en la forma final del producto, sino que tenemos un producto final que mantiene la piel limpia y saludable. Desde aquí también podemos comentar el hecho de que a partir de la lista INCI no podemos determinar el proceso de fabricación y los pasos dentro del mismo (caliente, frío), lo que hace que los ingredientes sean más o menos efectivos en un producto. Aquí también debemos tener cuidado con los pequeños trucos de marketing. Tomemos el ejemplo de un champú comercializado como basado en aceite de argán. Si entre los últimos ingredientes de la lista aparece el aceite de argán, podemos deducir que tiene una concentración inferior al 1%, demasiado poco para tener un efecto real sobre el cabello.
3. Origen de los ingredientes y confusión sobre los nombres de las sustancias
La lista INCI no te dirá el proceso de obtención de los ingredientes ni su origen. Por ejemplo, un aceite puede ser sin refinar, lo que significa que mantiene todos sus beneficios, pero también puede ser refinado, desodorizado y sometido a un proceso químico para garantizar la ausencia de un olor o color específico. Los aceites refinados y sin refinar tienen exactamente la misma descripción INCI. No sabrás si un ingrediente de la lista es de origen natural o está hecho en un laboratorio (estos ingredientes sintetizados tienen la misma estructura química y función que los de origen natural, pero es más barato producirlos en un laboratorio en grandes cantidades), no sabrás su acidez, la temperatura de formulación ni de qué se realizó la extracción (algunas moléculas se pueden extraer de dos fuentes diferentes). A nivel molecular parece lo mismo, pero el ingrediente activo y el vehículo también importan, y esta información no es accesible para nosotros.
Además, diferentes proveedores implican diferente calidad de ingredientes. El hecho de que veamos el mismo ingrediente en el INCI de dos productos diferentes no significa que tendremos los mismos resultados.
Sin ser químico, puede resultar bastante difícil comprender exactamente de qué está hecho el producto que tienes en la mano, especialmente porque los términos científicos pueden ser bastante similares o pueden hacerte pensar que significan una cosa, cuando en realidad significan algo completamente diferente. Tomemos como ejemplo la palabra "alcohol". Si tienes la piel sensible o seca, puedes decidir evitar los productos con alcohol. Sin embargo, encuentras sustancias como Alcohol Cetearílico o Alcohol Cetílico en la lista INCI y piensas que eso no es correcto. El alcohol cetearílico y el alcohol cetílico son derivados naturales de origen vegetal, no son irritantes y se utilizan como emolientes, estabilizantes o agentes portadores de otros ingredientes, ayudándolos a distribuirse uniformemente sobre la piel.
En conclusión, aunque la lista INCI no puede decirnos exactamente si un producto es bueno o no, ciertamente nos da pistas sobre muchos aspectos y nos ayuda a decidir si vale la pena probar el producto o no.